El sector de los centros de datos se encuentra en un momento decisivo. Según las proyecciones, en 2030 podrían representar hasta el 4% del consumo mundial de electricidad, una cifra que refleja tanto su papel esencial en la economía digital como los desafíos que afrontan en materia de sostenibilidad. Al mismo tiempo, la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA), y en particular el crecimiento exponencial de los modelos generativos está acelerando la demanda de procesamiento en todas las industrias. Este fenómeno ha provocado que los centros de datos tengan que evolucionar rápidamente, acogiendo servidores cada vez más densos, con consumos que en algunos despliegues intensivos ya superan los 100 kW por rack. Estudios recientes señalan que las infraestructuras de hiperescala están experimentando incrementos anuales de entre el 20% y el 30% en necesidades de densidad energética.

El informe de McKinsey confirma la magnitud del reto: para 2030, casi la mitad de la capacidad energética de los nuevos centros de datos europeos podría destinarse a cargas de trabajo relacionadas con la IA, lo que implicaría triplicar el consumo, pasando de 10 GW actuales a 35 GW. Frente a esta presión, la industria no puede limitarse a crecer; debe hacerlo de manera ordenada, sostenible y con visión de largo plazo. Aquí es donde operadores como Data4 marcan la diferencia, apostando por un modelo de expansión rápido pero alineado con los requisitos específicos de sus clientes. Con un plan de 15 000 millones de euros de inversión y proyectos estratégicos en toda Europa, la compañía combina solidez financiera con capacidad de adaptación, garantizando que cada infraestructura pueda responder a las necesidades actuales y futuras. En este proceso, la calidad operativa y la resiliencia también son claves: los recientes cortes eléctricos en la península ibérica demostraron que solo los operadores mejor preparados pueden asegurar continuidad y fiabilidad sin comprometer el servicio.

La sostenibilidad ocupa igualmente un lugar central. Data4 trabaja de manera activa en todos los ámbitos de impacto (scopes 1, 2 y 3), desde la construcción hasta la operación, con medidas concretas para reducir la huella de carbono. En materia de eficiencia energética, la compañía no solo optimiza el diseño para alcanzar valores PUE en el rango 1,2–1,3, sino que además ha incorporado el uso sistemático de energías renovables y está estudiando la integración de sistemas de almacenamiento de energía. Estas soluciones permitirían integrar de manera más flexible la energía verde, acumulándola y utilizándola en momentos de mayor necesidad.

La innovación circular también forma parte de la respuesta. Desde el uso de hormigón de bajas emisiones en la construcción, con reducciones de hasta el 70% en la huella asociada, hasta proyectos pioneros de recuperación del calor generado por los servidores para destinarlo a calefacción urbana, agricultura o bioproductos, el sector está demostrando que existen alternativas reales para reducir el impacto ambiental. En paralelo, el uso de tecnologías de refrigeración líquida promete disminuir entre un 30% y un 40% las necesidades de refrigeración en comparación con sistemas tradicionales, mientras que el análisis del ciclo de vida (ACV) permite identificar mejoras desde la fase inicial de diseño.

La IA, paradójicamente, es a la vez un reto y una solución. Aunque multiplica la demanda de capacidad, también ofrece herramientas para gestionar mejor los recursos, optimizar el consumo energético, mejorar los sistemas de refrigeración y anticipar necesidades de operación. En Data4, la construcción de infraestructuras flexibles y adaptables garantiza que los parques puedan responder tanto a cargas tradicionales como a las más exigentes asociadas a la IA.

Flexibilidad, inversión, calidad y sostenibilidad ya no son opcionales: se han convertido en los pilares sobre los que se asienta la competitividad de los centros de datos en Europa. Los operadores como Data4 ya no son simples proveedores de alojamiento, sino arquitectos de un futuro digital y sostenible. Solo aquellos capaces de innovar, adaptarse y mantener el equilibrio entre crecimiento y responsabilidad podrán prosperar en un contexto donde la transformación energética y la revolución de la IA avanzan de manera imparable.